Magi

Win Or Lose

Got Kinda Lost (1976/2021)

 

Reeditado de forma pirata en la discográfica Breeder en los años ochenta, y en la trágica Radioactive allá por mediados de la década de los 2000. La reedición oficial de este disco supone otro pequeño hito musical de nuestro tiempo. Un fantástico álbum que resurge de nuevo, tras años de destierro discográfico. ¿Los encargados de que esto haya sido posible? Guerssen, bajo el sello Got Kinda Lost Récords. Dos discográficas que llevan colaborando juntas desde el año 2014.

 

Procedentes de Michigan, los inicios de esta formación lo encontramos en la década de los años sesenta, desde dos vertientes genealógicas que en determinado momento y lugar cohesionaron en un mismo punto. Por un lado, unos adolescentes inician la aventura de montar un grupo, como tantos otros por aquel entonces aunque estos pertenecían a una generación un poco más posterior. Se llamaron Wombat, y su comienzo se centró en ejecutar versiones de los éxitos de aquel momento: Black Sabbath, Deep Purple, Neil Young o Cream, entre otros. Allí comenzó sus primeros pasos John Gaut, futuro vocalista de Magi y Jerry Wigins, futuro batería. Por otro lado, Larry Stutzman tiene también sus comienzos a la guitarra eléctrica en una formación llamada Skull. Influenciados por gente como Alice Cooper, Grand Funk Railroad, Black Sabbath o Kansas. El estilo es enérgico y potente, todo lo potente que puede ser un grupo iniciático formado por adolescentes. Como hemos dicho, esta formación supuso el germen inicial de Magi, ya que prácticamente se fusionaron las dos formaciones en un momento preciso. Stutzman se centró en la composición propia, tras cambiar el nombre de Skull por Magi y ampliar el grupo a quinteto. Tras un periodo de ensayo, deciden grabar una demo con cuatro temas, estamos en el año 1973. A partir de aquí, comienza el periodo de conciertos formando amistad con otros de esos grupos underground de la época: Kopperfield. También hicieron amistad con un combo de sonido progresivo llamado Ethos, quienes grabaron un par de discos a finales de los años setenta. Magi, ante la falta de experiencia en temas de grabación y contratos con discográficas, deciden aprovechar cualquier ocasión que se les asoma por delante. Un estudio de grabación les ofrece grabar el disco y la edición del mismo, con sencillo incluido por 1000 dolares de la época. El dinero lo consiguen con los conciertos que daban, que por aquel entonces eran cada vez más numerosos. El estudio se llamaba Uncle Dirty’s Sound Machine, donde otras rarezas fueron grabadas allí como White Summer o Jeffery Liberman. El dueño del estudio y productor se llamaba Bryce Roberson, antiguo músico de estudio que colaboró en innumerables discos y también fue pieza clave en otras grabaciones del rock underground de la época. La edición del disco de Magi se compuso de 1.000 copias, y se tituló Win Or Lose. La distribución fue efectuada por el propio grupo a través de conciertos y en tiendas de discos locales que colaboraban con la formación. Alguna radio también les apoyó emitiendo sus temas y algún que otro magazine musical tuvieron comentarios para ellos. A partir de aquí el recorrido musical continuó hasta finales de los años setenta, donde se les recuerda conciertos acompañando a formaciones como Fuse, Leslie West o Frijid Pink, entre otros. Después de varios cambios de formación, mudaron su base de operaciones a Los Angeles, en un intento de generar una sólida carrera musical. Nunca llegó a consolidarse del todo. A comienzos de los años ochenta se separaron definitivamente, aunque algunos de sus miembros nunca dejarían del todo el mundo de la música.  

 

La formación que grabó el disco estaba compuesta por John Gaut a las voces, Steve Vanlaningham y Larry Stutzman a la guitarra, Jerry Wiggins a la batería y Tom Stevens al bajo. El sonido que encontramos aquí está enmarcado dentro del rock arena de la época en que se creó, comparándose a formaciones como Aerosmith, Ted Nugent, Montrose y toda aquella eclosión musical del momento. No les falta razón quienes afirman eso, pero al ser este un producto creado a un nivel más local, se puede notar sonidos de otro momento y lugar en su menunje de influencias. Por lo que no es descabellado ver ciertos aspectos progresivos en las composiciones incluidas aquí. Algo habitual en discos de este tipo más minoritarios. Lo que es seguro para todos, es que es un tremendo disco de rock que a cualquier verdadero aficionado le apasionaría sin dudarlo. Comienza con un boogie rock llamado “Win Or Lose”, la voz de Gaut se nos descubre con un tono macarra, mientras que las guitarras van a dúo o luchan entre sí con solos pirotécnicos. Tras este ardiente lanzamiento, “Undecided Man” contiene un ritmo más melódico y contenido, pero las guitarras siguen siempre presentes con constantes punteos y efectivas salidas de tono. Grandes manos las de Vanlaningham y Stutzman. Sigue con “I Didn’t Ask You”, un potente tema de rock a medio tiempo donde la imaginación nos deja fascinantes transcursos de guitarra eléctrica. La batería suena con más pegada que en los cortes anteriores. Una de las mejores composiciones de Win Or Lose. “Steve’s Jam” o “Fryin Away Time” mantienen el ritmo con un estilo más cercano a grupos como Montrose o Hydra, pero también con algunos tramos para el sonido progresivo. Fascinante hard rock de los años setenta con devoción total al sonido eléctrico de las guitarras. “Snow Bound” es una balada donde el grupo nos muestran sus dotes más melódicas. Pisan el acelerador con “Runnin Low”, puro rock and roll directo y sin concesiones. Terminamos con “Everytime I’m With You”, un derroche final de solos de guitarras y constantes cambios de ritmo. Es un gustazo que se siga recordando este tipo de artefactos del submundo roquero en la actualidad. No os perdáis este gran trabajo de un grupo que debería de haber tenido más reconocimiento musical. 

 

Reseña de Germán Ramírez 


Contenido elaborado sin ningún ánimo de lucro.

Imagen de cabecera perteneciente al disco Power Plant, del grupo Golden Dawn (1967).