Aquelarre

Trova (1972)

 

La disolución de la banda argentina Almendra trajo consigo numerosos frentes musicales que seguirían marcando hitos en la época. Por un lado Edelmiro Molinari formó Color Humano. Con un estilo pesado en la onda de Robin Trower, Edelmiro nos hablaba de asuntos terrenales en sus letras. Espinetta creó a Pescado Rabioso, y abrió la veda de su carrera en ascenso con Desatormentándonos. "El Flaco" era un adepto a la experimentación y a la poesía surrealista. Algo perfectamente palpable, tanto en su música como en sus letras. La sección rítmica de Almendra decidió unir fuerzas y crear otro proyecto. Se llamó Aquelarre, y fue un grupo de gran éxito en su país de origen que supo mediar entre el estilo de Edelmiro y el estilo de Espinetta con un termino medio en cuanto a música y lírica.

 

 

A principios de los años setenta, Emilio Del Guercio y Rodolfo García eran ya músicos de renombre. Habían hecho historia con los dos discos editado con Almendra. Banda que a día de hoy, sigue levantando pasiones entre el público argentino. Verdaderamente todos sus componentes tenían ante sí una tarea ardua, si querían iniciar un camino propio y superar lo logrado con Almendra. Aquelarre se creó en 1971, y fue alta la expectación, tanto en la prensa como en el público, del camino que iniciarían estos músicos. Invitaron a Héctor Starc a unirse con ellos. Starc era un músico todavía desconocido cuando ingresó en esta banda. Procedente de formaciones como Héctor Starc Trío, Alta Tensión o Los Walkers. El estilo de este músico es considerado como autodidacta. Por otro lado, Hugo González se les unió a ellos procedente del entorno de Lito Nebbia. Durante una etapa, este músico tuvo su propio grupo llamado Harlem Rythm And Blues. Con González se completa la formación de Aquelarre. Ese mismo año, son invitados para participar en un festival. Ni siquiera tenían nombre, pero la expectación era muy alta. El festival fue la segunda edición del Buenos Aires Rock. Este festival es un clásico argentino de la época, que tuvo varias ediciones a principios de los años setenta. En esta ocasión, el cuarteto sin nombre compartió escenario con grupos nacionales como Vox Dei, La Pesada Del Rock And Roll o La Cofradía De La Flor Solar. De fuera del país, fueron invitados los uruguayos Totem, Opus Alpha y los ingleses Spirit Of John Morgan, que eran los cabezas de cartel. Ya nombrados Aquelarre, un año después ingresan en los estudios Ion para grabar su primer disco. Editado a finales de 1972, el disco homónimo cayo a peso en la sociedad argentina, saltando todas las alarmas ante tamaña obra maestra. No tardaron mucho en grabar un siguiente disco, de hecho mientras que el primer disco era editado, ellos ya estaban en el estudio grabando. Candiles fue editado a principios de 1973. Y redondearon su estilo, no flojeando en sus capacidades con una nueva obra redonda. Solo hay que escuchar temas como "Miren A Este Imbécil" o "Patos Trastornados" para saber que la música de esta formación iba a crear historia. Dos discos más fueron editados, Brumas y Siesta. Una gira por España entre la grabación de un disco y otro fue iniciada. Prácticamente ninguna crónica es recordada de la experiencia. La península ibérica todavía inmersa en la dictadura, hacía difícil que los grupos extranjeros tuvieran algún tipo de promoción de sus actuaciones. Aquelarre se separó a mediados de los años setenta. En 1977 fue editado un recopilatorio, y décadas posteriores han sido varias las reuniones que han iniciado sus miembros, pero todas puntuales. A finales de los años setenta, Hector Starc y Rodolfo García unieron fuerzas junto a Carlos Rufino, procedente de Invisible. El resultado fue el combo de jazz rock llamado Tantor. Dos discos salieron de todo aquello.

 

 

La formación de Aquelarre consistía en Hector Starc a la guitarra, Alberto Del Guercio al bajo, Hugo González al piano/órgano hammond y Rodolfo García a la batería. Este grupo está clasificado como rock progresivo de forma general, pero se movían por varios estilos creando una mezcolanza propia de los primeros años setenta. Como era habitual en las bandas argentinas, todas las letras eran en castellano. De hecho, el trabajo de la mayor parte de las bandas argentinas en cuanto a letras, era de muy alto nivel. Comienza el primer disco de Aquelarre con la potente "Canto, desde el fondo de las ruinas", una carta de presentación espectacular donde dieron de lleno con un clásico tema del rock argentino. "Yo seré el animal, vos seras mi dueño" es una maravillosa balada, donde las trágicas letras de Guercio cantadas por él mismo te envuelven y te marcan de por vida. Starc a las seis cuerdas es un autentico portento. Termina la primera cara del disco con "Aventura En El Arbol", blues rock de magnífica ejecución donde incorporan tramos improvisatorios de alta intensidad, les animo a que escuchen por ustedes mismos. "Jugador, Campos Para Luchar" es un medio tiempo de carácter melódico con un tremendo González a los teclados. En "Cantemos Tu Nombre" relajan el tono con una balada acústica de cierto ambiente folk. Termina el disco con la tremenda "Movimiento", donde aquí si que se introducen de lleno en un estilo más progresivo. Algo que extenderían ya en su siguiente disco llamado Candiles, pero que perdería fuerza en sus siguientes trabajos. No os perdáis este clásico disco de rock argentino, porque es una joya. Yo lo aviso...

 

Reseña de Germán Ramírez (10/04/20)

 

 

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Imagen de cabecera perteneciente al disco Power Plant, del grupo Golden Dawn (1967).