Budgie

The MCA albums 1973-1975

Universal (2016)

 

Los aficionados que disfrutamos con el formato físico digital como es el disco compacto, estamos de enhorabuena con esta publicación. Las ediciones de Budgie, desde hace años, han sido un quebradero de cabeza para cualquier admirador de esta banda, ya que si querías discos de Budgie en CD, tenías que pagar un precio incomprensible y estúpidamente caro. Discográficas como Repertoire Récords o la polaca Metal Mind Récords, desde principios de los noventa editaron en formato CD toda la discografía clásica de la banda. Estas ediciones más o menos oficiales, gracias a la especulación, se convirtieron en carne codiciada para muchos coleccionistas, por lo que su precio despegó de una manera desorbitada. Por fín, parece que a alguien se le ha despertado la neurona adecuada para editar de forma buena, bonita y, de momento, barata, parte de la discografía. En este caso, la correspondiente a una determinada etapa emblemática de Budgie.

 

Los inicios de esta banda galesa, procedente de Cardiff, comienzan a mediados de los años sesenta con una formación local llamada Hills Contemporary Grass. Formados en un principio como cuarteto que fue evolucionando a trío posteriormente, cambiaron su nombre por Six Ton Budgie, meses después fue solo Budgie. Ojeados por Rodger Bain, productor que ya había trabajado con Black Sabbath, consiguieron fichar por la discográfica MCA Récords para grabar un disco debut. Este disco homónimo, se editó en 1971. Con un sonido claramente influenciado por la corriente heavy blues inglesa, el fantástico primer disco de Budgie se ha convertido en disco de culto para los que disfrutan del sonido intenso, grueso y oscuro de algunas bandas de principios de los años setenta. "Guts", "Nude Desintegrating Parachutist Woman" o "All Night Petrol" son buenos ejemplos de ese sonido primerizo carente de experiencia pero que destila energía, algo muy común en grupos de aquella época. Para su segundo disco titulado Squawk y editado un año después, el grupo mantenía el sonido rock duro pero evolucionando hacia una corriente más campestre o de sonido folk. Con fantásticas melodías y temas acústicos que desbordaban creatividad, este disco se convirtió en uno de los desconocidos de la banda durante años hasta que llego la era de Internet. Durante los siguientes años llegaron los mejores triunfos del grupo, discos como Never Turn Your Back On A Friend o Bandolier son clásicos discos que desgraciadamente han sido repudiados por el sector empresarial discográfico de una manera aberrante. Budgie ha sido un quiero y no puedo en cuanto a estar en un sitio favorable dentro de ese podio de los grandes nombres del rock. El hecho de que algunas de sus portadas estuvieran diseñadas por Roger Dean les mantuvo ahí, en un recuerdo constante para parte de ciertos aficionados al sonido progresivo. Pero coletillas de crítico tipo "Los padrinos del Heavy Metal", recomendaciones por parte de Dave Mustaine, versiones de Metallica, Iron Maiden o Soundgarden, no han servido precisamente para beneficiar un legado musical que sigue oculto para una gran parte de los aficionados, que todavía desconocen uno de los grandes nombres del rock en los años setenta.

 

Esta caja que tenemos aquí, ocupa los tres discos integrados desde el año 1973 al año 1975, época final de una formación y comienzo de otra. El primer disco es Never Turn Your Back On A Friend, obra más reconocible de la banda en la actualidad, pero con la que no consiguieron su mayor éxito. Desde el riff inicial de "Breadfan", sabes que estás ante un disco que ha influenciado a decenas de músicos durante años. Para este disco, la formación consistía en Burke Shelley al bajo y su característica voz, Ray Philips a la batería y Tony Bourge a la guitarra. Manteniendo la línea de su predecesor disco, pero con un sonido bastante más elaborado, destilaban rock por todos los poros del disco. Incluyendo una salvaje versión de "Baby, Please Don't Go", en los casi nueves minutos de la magnífica "Your're The Biggest Thing..." o con la brutal "In The Grip Of A Tyrefitter's Hand" consiguen un clásico imperecedero que por fín tiene un trato como el que se merece. A finales de 1973, abandona el primer miembro de la banda desde su formación, el batería Ray Philips deja la banda, pero Pete Boot entra para la grabación del siguiente disco. El resultado se llamó In For The Kill!, disco que seguía manteniendo la línea seguida hasta el momento. Con un sonido cercano a Black Sabbath, Montrose o bandas incipientes por aquellos años como Rush. Budgie consigue con este disco entrar en las listas de ventas. Está claro que desde una primera escucha, el sonido mejoró con el cambio de batería. Boot supo darle la consistencia y profesionalidad que Philips no llegaba a darle. El disco comienza con un tema roquero que da nombre al disco, enfocado hacia el boogie rock pero con un sonido más endurecido. En "Crash Course In Brain Surgery" encontramos un pequeño clásico, más conocido durante años por la versión que incluyo Metallica en el EP Garage Days. "Wondering What Everyone Knows" es un tema acústico característico en la discografía de Budgie. "Zoom Club" es un tema intenso de poderoso sonido con ciertas ínfulas progresivas, una autentica maravilla. En "Hammer And Tongs" nos traen un blues lento de comienzo experimental, que podría ser catalogado como una de las primeras muestras de Doom Metal como tal de la historia del rock. Espectacular sonido denso el que recrean aquí, acompañado del sonido de guitarra anárquico que es el "quid" del sonido de Bourge. Vuelven al boogie rock con "Running From My Soul", acabando el disco con la fantástica "Living On Your Own", tema de poderoso estribillo con momentos improvisatorios de carácter progresivo, con adhesión al "Bolero" de Ravel incluida. Por aquella época eran constantes los conciertos acompañados de Thin Lizzy, unos jóvenes Judas Priest o Stray, entre otras bandas de la época y alguna que otra vieja gloria del rock progresivo como puede ser Genesis, con quienes hicieron un tour. Parece que la inclusión de Peter Boot a las baquetas no cuajó a pesar del magnífico disco que crearon juntos, así que abandonó y tuvo otro reemplazo. Steve Williams entro a formar parte del grupo como nuevo batería, de hecho, estuvo integrado en la formación hasta mediados del 2000 siendo uno de sus más longevos miembros. En 1975 entran en el estudio para gestar un nuevo trabajo discográfico. Editado a finales de año, este disco fue titulado Bandolier. Autoproducido al igual que sus dos discos anteriores y con un trabajo creativo a cargo de Patrick Woodroffe, artista que también trabajo con Greenslade o Judas Priest. Este disco supone el comienzo de una etapa y el final de otra. Por un lado, supone el comienzo de una de las formaciones más duraderas hasta principios de los años ochenta, pero por otro lado también supone el final de una etapa clásica en la banda. Certificado como disco de oro en 1976, aquí encontramos un trabajo de sonido bastante más asimilable que los anteriores. Es puro hard rock sin concesiones a cualquier tipo de experimentación musical. En temas como la inicial "Breaking All The House Rules" o "I Ain't No Mountain" tenemos un acercamiento al sonido de bandas como UFO. En cambio, con la acústica "Slipaway" o "Who Do You Want For Your Love?" tenemos un intento claro de llegar al sonido Rock FM, en auge por aquellos años y que derivaría hacia el AOR, sonido que fueron abordando poco a poco en discos posteriores. En comparación con sus discos anteriores, aquí tenemos una música menos arriesgada pero no por ello menos buena. En definitiva, esta edición supone una enhorabuena para todo aquel aficionado que disfrute con una banda clásica como Budgie, y encima a un precio más que razonable.

 

Reseña de Germán Ramírez 

 

 

Contenido elaborado sin ningún ánimo de lucro.

Imagen de cabecera perteneciente al disco Power Plant, del grupo Golden Dawn (1967).