P2O5

Vivat Progressio-Pereat Mundus

Golden Pavilion (1978/2018)

 

 

Es una maravilla encontrarse con este tipo de discos. La tradición más dura de la corriente progresiva, alcanzó hasta bien entrado finales de los años setenta y principios de los ochenta. Cuando ya todo estaba cambiando, el punk había emergido con todo su esplendor y la música electrónica había asaltado de forma total a la música kraut rock en Alemania. Todavía había un reducto de músicos que se negaban a asimilar las nuevas corrientes, y ahí estaban realizando una música que para los jóvenes era un atraso absoluto. P2O5 fue una formación que no llegó a absolutamente nada dentro de la escena del kraut rock alemán, solo editar un único álbum totalmente desfasado en su contexto. En pleno 2018, Golden Pavillion y La Pelote reeditan esta pequeña joya del rock progresivo de forma oficial, con una edición en vinilo totalmente espectacular que celebra el 40 aniversario del disco.

 

 

Procedentes de Wendelstein, este es un pequeño pueblo con una población de poco más de 10.000 habitantes a principios de los años setenta. Incluido en el distrito de Roth, esta también situado en el estado de Baviera. Allí se fundó esta pequeña formación en plena vorágine del kraut rock. Con una tradición totalmente clásica, P2O5 se erigieron dentro de un formato musical anglosajón. Adquiriendo influencias de grupos procedentes de Inglaterra y todo el panorama del rock progresivo de aquel país. Utilizando un nombre un tanto peculiar, la fórmula del óxido de fósforo: P2O5. No fueron especialmente notorios, de hecho no fue hasta finales de los años setenta cuando entraron oficialmente en el estudio. Pero en todo este transcurso, dejaron una serie de grabaciones de índole casero. Estas fueron editadas en los años noventa por la discográfica Ohrwaschl Récords. Todo esto antes de que se reeditara su único disco. Las demos de P2O5 tenían una calidad bastante notable, siendo un artefacto muy interesante que a día de hoy no se ha vuelto a reeditar. Por lo que está bastante descatalogado. A finales de los años setenta, fueron fichados por la discográfica independiente Brutkasten. Esta discográfica se fundó a finales de los años setenta y supuso un pequeño reducto para aquellos artistas que no asimilaban el dejar las viejas tradiciones del rock progresivo. Formaciones fantásticas como Black Spirit, Carol Of Harvest, Sirius o Snowblind editaron aquí sus discos por aquellos años. P2O5, a su manera, fueron unos absolutos pioneros musicales. A partir de cierto momento a mediados de los años setenta. Decidieron utilizar pintura, fuegos artificiales y diferentes performance encima del escenario. Algo que sin duda, les coloca al mismo nivel que formaciones de categoría como Kiss, o incluso Alice Cooper. El disco se tituló VIVAT – Progressio–Pereat Mundus, y es toda una rareza para coleccionistas a día de hoy. Algunas copias originales se han vendido por precios que rondan entre los 2.000 y los 1.000 euros. Esta reedición supone traer una fantástica rareza al oyente medio, editándose en vinilo con 500 copias. Aunque entre el año 2007 y 2008, las discográficas Amber Soundroom y Garden Of Delight editaron también este álbum, aunque desconocemos si son ediciones totalmente autorizadas oficialmente. 

 

 

La formación de P2O5 estaba compuesta por Werner Weib a las voces, Helmut Hiebel al bajo, Konny Hempel a la guitarra eléctrica, Wolfgang Burkhard a los teclados y Eddy Lotter a la batería. El estilo musical de esta banda entra de lleno en el hard rock progresivo, que tanto dio de sí a principios de los años setenta. Leaf Hound, Freedom, Black Sabbath, Nosferatu o Virus… La lista es casi interminable. Sin duda, el estilo musical de esta formación ya estaba desfasado cuando se editó este disco originalmente. Pero no por ello deja de ser un tremendo álbum con altísima calidad. Algo que lo hace totalmente recomendable para aquellos amantes al hard rock progresivo. Comienza este disco con un tema con alma de himno, “Comin’ Over Again” es heavy rock en estado puro. Hempel ataca con los solos de guitarra de una forma magistral, acompañado de los cambios de ritmo de índole progresivo. Las conexiones musicales con Judas Priest o Iron Maiden están ahí, aunque de forma indirecta. Sigue con “Morning Of The Ants”, medio tiempo melódico que pone el oído en influencias totalmente clásicas como Yes o Génesis. “I Didn’t Care” es un tema de tipo progresivo que alterna tramos consistentes con otros más cercanos a una balada. Esta formación tiene gran calidad instrumental, y en este tema se nota de forma notable con algunos desarrollos rítmicos. “Undumufu (All Right)” vuelve a los sonidos hard rock de consistente sonido. El ritmo de la guitarra casi chirria y la batería acusa sin falta durante todo el trayecto del tema. Ya no se hacen temas así, por mucho que lo intenten. Sin duda, Black Sabbath o Uriah Heep están muy presentes en el comienzo de la cara B con “Smash”. Un temazo que enmarcado en otro contexto, sería un clásico del sonido heavy rock setentero. Vuelven a un estilo más relajado y contemplativo con “Hangman”. Conteniendo este algún uso de sintetizadores a mitad de tema, es de los pocos momentos que ponen la vista hacia el kraut rock experimental aunque de forma bastante nimia. “Step On My Face” nos trae de nuevo a bandas como Uriah Heep como influencia principal, aunque también encontramos atisbos de formaciones de rock progresivo como Gentle Giant. Un gran tema que no deja dudas del sonido que querían ejercer estos músicos. Hempel está irresistible a la guitarra cuando le llega su momento. Termina el disco con “Memories”, fabuloso corte donde los cambios de ritmos se suceden de forma constante y la base rítmica esta espectacular. Desde Escombros Musicales no podemos dejar de recomendar este tremendo álbum y alabando la labor de discográficas como Golden Pavilion y La Pelote. ¡Bravo!

 

Reseña de Germán Ramírez (25/03/20) 

 

 


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Imagen de cabecera perteneciente al disco Power Plant, del grupo Golden Dawn (1967).